czwartek, 13 października 2011

Dziś pokaz w Matadero Madrid

CINE SOLIDARNOŚĆ

Las transformaciones sociales son también las personales

Desde el 13 de Octubre
al 19 de Octubre
Lugar: Plaza Matadero
Precio: Entrada libre
Institución:
Matadero Madrid
Proyecto organizado con ocasión de la Presidencia Polaca de la Unión Europea.
Proyecto financiado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de República de Polonia.






Solidarnosc Camp ofrece una completa videoteca en la Casita 2, una selección de películas polacas para ser vistas individualmente. Entre ellas: videoarte polaco, documentales y animaciones, todos realizados después del año 1989.

Además, se proyectan dos películas dentro de Solidarnosc Camp. Dos historias que reflejan que las transformaciones sociales son también las personales, y viceversa.

PROGRAMACIÓN
Jueves 13, a las 22 horas. Sigo creyendo, de Magdalena Mosiewicz

La película narra la historia de Ewa Hołuszko. Ewa vive en las afueras de Varsovia. Se gana la vida introduciendo datos a la computadora — la que iba a ser en un principio sólo una actividad pasajera lleva ya años. Antes enseñaba en la Escuela Superior Politécnica, pero eso fue antes de la cirugía de reconstrucción genital. Su “transformación” privada empezó en los tiempos de la transformación del sistema en Polonia — cambiaba la economía, el sistema político, la sociedad. Ewa Hołuszko era una de los que luchaban por esos cambios — como Marek Hołuszko. Marek participada en el movimiento Solidaridad, soñaba con una Polonia pluralista, un país de libertad y equidad. Pero durante los tiempos de esta actividad nunca reveló sus sueños más profundos: reasignar su sexo y hacerse plenamente una mujer, lo que sentía ser desde infancia. Sus antiguos conocidos, quienes mientras tanto ocuparon puestos importantes en el gobierno y en altos mandos locales, preferían no aparecer en compañía de esta estrafalaria. Los empleadores la corrían bajo cualquier pretexto. Su familia tiene vergüenza de lo que pasó. La libertad por la que luchaba Ewa resultó ser limitada. La sociedad, que estuvo metida en un congelador político durante décadas, no estaba preparada para lidiar con la diversidad. Pero empiezan a nacer nuevas formas de protesta. Ewa, una vez más participa en manifestaciones, esta vez feministas. Sigue creyendo que vale la pena luchar por los cambios.